Francisco Ruiz Tilve nació en Oviedo, testigo inquieto de la transformación de la ciudad, enmarcada su vida casi matemáticamente en el siglo, entre 1909 y 1988.
Tilve como todo el mundo le llamaba, nació en El Fontán, precisamente encima del Arco de los Zapatos, en una casa que aún permanece con su antiguo aspecto, en el Nº 4, 3º. Enfrente de la casa, las Escuelas, en las que su madre, doña Matilde Tilve, leonesa, fue directora. Su infancia, callejera como felizmente correspondía a su tiempo, le hizo disfrutar del Fontán casi como patio particular. Así conoció de cerca el palpitar diario del lugar, despertando cada mañana con el vocerío del mercado madrugador y siendo testigo cada noche de la paz solitaria, sólo rota por el rumor lejano de la fuente.
Tilve, dibujante por profesión y por vocación, cede cada vez más, especialmente a partir de la guerra, el lugar del lápiz al objetivo que, a pesar de su nombre, es capaz de recoger lo que le sugiere no ya la realidad, sino el pulso y el ojo del artista que la sostiene. Fruto de esta afición es una importante colección de fotografías, de temas muy variados, en los que hay para Asturias y para Oviedo el lugar privilegiado natural en la pasión por la tierra propia de su autor. No podía faltar, naturalmente, la observación del Fontán, su cuna, que ahora recogemos.